Titulos:
Video de la cirugia: laminoplastia con placa por via posterior
Resumen:
Video explicativo de los pasos que se realizan para descomprimir la medula, se amplia el conducto vertebral abriendo las laminas o arco posterior de las vertebras, manteniendo la abertura mediante unas placas
Palabras clave:
Mielopatía cervical – laminoplastia – vía posterior
Los síntomas de la Mielopatía cervical derivan de la compresión de la medula a nivel de la columna cervical. La parte de anterior de las vertebras esta formada por un cilindro macizo, que es el cuerpo vertebral; la parte posterior esta formada por un arco o cilindro hueco por el interior de este conducto baja la medula. Cuando la compresión de la medula se produce en varios puntos y es debida a elementos que están en la parte posterior del conducto que forman los arcos de las vertebras, la solución puede requerir ensanchar el conducto vertebral que forman los arcos de las vertebras cervicales.
La laminoplastia pretende ensanchar el conducto por el que baja la medula, seccionando una parte de los arcos que forman las vertebras y abriendo, como si se tratara de un libro, cada uno de los arcos seccionados para volverlos a fijar en una nueva posición que establezcan un canal medular cervical más ancho. La técnica utilizada es casi siempre la misma, lo que suele variar es la forma de fijación de los arcos abiertos.
Esta cirugía requiere varios días de ingreso y anestesia general. El paciente será colocado tumbado boca abajo y con la cabeza en un soporte especial para mantenerla fija. Se realizará una incisión en zona central del la nuca, se despegará la musculatura hasta alcanzar los arcos de las vertebras implicadas en la compresión de la medula. Se corta un lateral del arco y se debilita la porción contraria del arco que será la bisagra por donde se abre el arco. Esta operación se repite en cada uno de los arcos de las vertebras que participan en la compresión de la medula. Se procede a abrir todos los arcos a la vez como si fueran la “tapadera de una caja”.
Una vez abiertos los arcos se deberán fijar en esta nueva posición, para ello se pueden utilizar diferentes dispositivos; en este caso se utilizan unas placas especiales que se asientan a la vertebra por un lado y por el otro se anclan al borde del arco abierto. Finalmente se aporta injerto a la zona debilitada del arco que ha servido de bisagra, esto facilitará que se osifique esta zona manteniendo el arco en la posición en la que lo hemos fijado. Se procede a suturar los músculos y la piel dejando un drenaje para evitar la acumulación de sangre. Es recomendable aplicar un collarín al finalizar la intervención, para evitar en los meses siguientes a la cirugía el desplazamiento del sistema de fijación de los arcos, mientras se fusiona el hueso de la zona de bisagra del arco.
Pasados 2 o 3 días de la cirugía se retira el drenaje y se realiza la primera cura de la herida. Al alta, el paciente podrá realizar una vida normal, aunque se suele aconsejar el uso del collarín que deberá mantenerse durante el día y durante las horas de sueño. De 2 a 3 semanas tras la cirugía se retiran los puntos de sutura o grapas. El collarín se suele mantener de 2 a 3 meses.
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Fotos de la cirugia)
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Fotos de la cirugia)