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¿Qué es?
El osteoma osteoide es un tumor óseo benigno que puede aparecer a cualquier edad, aunque lo hace con mayor frecuencia en varones jóvenes (por debajo de los 30 años de edad). Puede aparecer en cualquier hueso del cuerpo y lo hace con mayor frecuencia en los huesos de las extremidades (fémur y tibia sobretodo).
Es un tumor de estirpe ósea, es decir que las células que lo componen son muy similares a las células formadoras del hueso. El tumor está compuesto por un halo de hueso de gran densidad y por una zona central o nido de menor densidad.
SÃntomas
Este tumor suele producir dolor de predominio nocturno, que se suele aliviar tomando antiinflamatorios.
Ademas del dolor nocturno puede producir diversos sÃntomas que dependerán de la localización del tumor: En ocasiones puede asentar en las vertebras ocasionando dolor lumbar y deformidades de la columna (escoliosis). Cuando el osteoma osteoide aparece en la extremidad de un niño puede haber sobrecrecimiento o deformidades angulares del miembro. Finalmente si el tumor crece cercano a una articulación puede existir inflamación de la articulación con dolor y rigidez al movimiento. Ocasionalmente el osteoma osteoide evoluciona produciendo molestias o dolor minimo.
Tratamiento
El tratamiento sintomático se realiza usando antiinflamatorios como la aspirina que aliviaran inmediatamente el dolor.
Aunque para el tratamiento definitivo se requerirá la cirugÃa. Se han empleado diferentes técnicas quirúrgicas para el tratamiento del osteoma osteoide, que van desde la resección en bloque del tumor, hasta las punciones guiadas por TAC.
En cualquier caso el tratamiento de estos tumores requiere, para que no se reproduzcan, la destrucción o extirpacion del nido que asienta en el interior tumor. Esto se consigue mediante diferentes técnicas que dependerán de la localización del tumor, del tamaño y de la experiencia y manejo del cirujano.
Las técnicas de resección en bloque son las que se utilizan clásicamente aunque presentan el inconveniente que, en los tumores de mayor tamaño y que asientan en la cortical, pueden debilitar el hueso favoreciendo la aparición de fracturas. En estos casos, por lo tanto, es preferible realizar técnicas menos agresivas que nos permitan destruir selectivamente el nido sin tener que debilitar el hueso
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